– Mola cuidarse el físico, pero a veces nos hacen creer lo que no es. Nos sentiremos casi seguro mejor si cuidamos más nuestra inteligencia, simpatía, conocimientos o capacidad de relacionarnos.
– Ve de fiesta donde te sientas a gusto, donde no todo sea ponernos guapos y enseñar el físico.
– Si buscas a alguna persona con quien estar, ve donde te gustaría encontrarla… ¿En la disco? ¿Haciendo un curso de guitarra? ¿En el gimnasio? ¿Clase de baile?…Tú sabes dónde.
– Cambia de tiendas: no todas son del rollo víctimas de lo fashion o de tallas pequeñas (te recuerdan en cada momento que te sobran kilos o que tu cuerpo no está bien? Si buscas, encontrarás ropa diferentes, guapa y de tu talla.
– ¿Cuánto dinero te gastas para estar “guapo/a”? ¿Le quieres dar toda esta pasta a quien nos hace sentir mal?
– Piensa: ¿A quién queremos gustar?
Y por último… disfruta de la comida, no te prives de la cocina de tu madre, de tu abuela…de tu plato preferido. Simplemente come a las horas que toca y en cantidades moderada. ¡No te ralles más de la cuenta con la comida! Pensar demasiado en ella nos puede provocar hambre o quitárnosla.